domingo, 12 de febrero de 2012


   DECLARACIÓN DE EL ENCÓN
      Provincia de Salta, República Argentina, 05 de febrero de 2012

  A casi 121 años de su creación y a
 100 añ os de la sanción de la Ley de sufragio secreto, universal y obligatorio el radicalismo “sigue siendo antes que una ideología, una ética”­. 

            El Radicalismo nació en 1891 en un momento clave de la historia argentina levantando, frente a la minoría enriquecida y soberbia que ejercía el poder en su propio beneficio, las banderas de los derechos civiles, sociales y políticos para todos, la moralidad administrativa, la exigencia de una conducta democrática y de austeridad republicana de los gobernantes y el respeto irrestricto a las reglas constitucionales.

            La revolución, la abstención, la intransigencia fueron las formas en que el radicalismo encauzó una enorme voluntad ciudadana que cambio la historia argentina logrando la sanción en 1912 del sufragio secreto, universal y obligatorio como el único método válido para construir y legitimar un poder popular en la Argentina.

            Desde ese mismo momento el radicalismo alternó en el gobierno o como fuerza de oposición, según el rol que le asignará el electorado y también tuvo que luchar contra las distintas formas que adoptó la acción política de las minorías de derecha e izquierda que intentaban vulnerar y desvirtuar la voluntad ciudadana, entre ellas las dictaduras militares, la demagogia populista o la violencia mesiánica de los sesenta y setenta.

            El retorno a la democracia en 1983 y su desarrollo hasta la fecha han puesto a radicalismo en nueva instancia histórica que lo obliga a repensar las estrategias que  han desarrollados las minorías para subordinar el interés general y de la nación a sus propios intereses.
             Los golpes económicos, la fragmentación de los partidos, el clientelismo electoral a través del empobrecimiento de las distintas capas sociales cada vez más dependientes del asistencialismo estatal administrado por los gobiernos nacionales o provinciales de turno, el “capitalismo de amigos” que abre los beneficios para unos pocos con el dinero y el esfuerzo de todos, mientras se proclama cínicamente la lucha contra los monopolios y oligopolios, la malversación de la riqueza nacional, la corrupción administrativa y el desenfreno de gobernantes que utilizan los bienes públicos para sus fines privados, son algunos de los rostros del “régimen”, que ahora en nombre de una mayoría electoral, ejecuta una “sintonía fina” imponiendo un ajuste a los trabajadores, asalariados, productores agropecuarios y empresarios nacionales, haciéndoles pagar los costos de 9 años de un desenfrenado derroche.
          Trabajadores, asalariados y productores nacionales que ya soportaban el peso de una inflación negada por las estadísticas oficiales, ahora vamos a sentir los efectos del desabastecimiento de los combustibles, de medicamentos, de alimentos, de insumos para la producción industrial y agropecuaria. Lejos de combatir la especulación de los inescrupulosos y del capital financiero más concentrado, este gobierno ha potenciado la indefección del pueblo antes los grupos más poderosos que se aprestan, en un escenario de crisis, a repartirse los nuevos negocios vinculados a las actividades extractivas de la megamineria y el control estratégico de los recursos naturales. Para evitar que la información genere un estado de movilización de la opinión pública, el gobierno avanza sobre el control de la libertad de expresión, alguna veces en forma directa, presionando a los medios de comunicación y sus empresas, otras, en forma solapada potenciando con los recursos del estado el desarrollo de medios que hacen del “oficialismo”, un buen negocio.
             Frente este escenario, el radicalismo debe reconstituirse como canal de las demandas de la mayoría ciudadana, como voz de los que son silenciados o ignorados por el “régimen”. Lo debe hacer potenciando todas las herramientas democráticas disponibles.
En primer lugar, recuperando el sentido histórico de su existencia y organizándose para constituir un programa que desde la oposición pueda elevarse nuevamente al gobierno para restablecer la moralidad administrativa y el interés de la nación. Las virtudes democráticas y republicanas de Yrigoyen, Illia y Alfonsín nos deben alentar en esta tarea.
            En segundo lugar, el radicalismo salteño debe salir del laberinto donde fue colocado por las maniobras de aquellos que operando como herramientas, del oficialismo provincial han buscado que el partido quede reducido a su mínima expresión en el sistema representativo, cuando en realidad la última elección de octubre de 2011, demuestra que el voto radical está latente y espera que sus dirigentes estén a las alturas de las circunstancia.
            En las elecciones de octubre, Salta fue uno de los distritos que sorprendió por su aporte electoral a la fórmula encabezada por Ricardo Alfonsín, recuperando luego de casi una década una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. 
            Entonces, lejos de la posición de aquellos que quieren constituir al radicalismo salteño en el apéndice del oficialismo o utilizar su estructura para fines particulares, el radicalismo debe levantarse con fuerza y re establecer el funcionamiento institucional de todos sus cuerpos orgánicos a través de elecciones internas, que deben ser convocadas en forma inmediata, con un padrón depurado y sin injerencias externas que desvirtúen la voluntad del electorado radical.
            Para ello, hay que saber que el radicalismo, como partido nacional, federal y popular, no nació pensado al poder como mero ejercicio de gestión, sino como voluntad transformadora donde la política no está subordinada al privilegio o a una ideología, sino al interés general de la nación y a una conducta ética que es la que da sentido a la acción política.
          
 Firman la presente declaración:
              DEPARTAMENTO DE ROSARIO DE LA FRONTERA: CARLOS TORINO, ANGEL PADILLA, RICARDO LÓPEZ, GLORIA BAZÁN
              DEPARTAMENTO DE SAN MARTÍN. CIRCUITO TARTAGAL: ROBERTO GÓMEZ, MIGUEL ZAMAR, JUAN HERRERA  
              DEPARTAMENTO DE GRAL. SAN MARTÍN. CIRCUITO MOSCONI ATENEO DR. RAUL ALFONSIN:  JOSÉ SIXTO COLQUE, EGBERTO BENITEZ
               DEPARTAMENTO DE ROSARIO DE LERMA: RICARDO COLQUE
               DEPARTAMENTO DE CHICOANA. CIRCUITO EL CARRIL: GLORIA DEL VALLE MOLINA
               DEPARTAMENTO DE LA CAPITAL:  JUAN CARLOS PALAVECINO, CARLOS BARRETO, FRANJA MORADA, LOURDES GOMEZ CERVERA, GABRIEL LÓPEZ 
               ATENEO DR. ARTURO ILLIA: RUBÉN EMILIO CORREA, MARTA ELIZABETH PÉREZ, SERGIO QUINTANA, MARIA ELVA FRUTOS, INES MALDONADO 
               ATENEO DR MARIO ABEL AMAYA: CLAUDIO CORREGIDOR, DIEGO RAMÓN, ALBERTO SALIM

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